Alimentar a tu pequeño es una de las responsabilidades más importantes durante sus primeros meses de vida, y es natural que quieras hacerlo de la mejor manera posible. A continuación, te guiaré paso a paso para asegurarte de que la leche de fórmula que prepares sea segura y nutritiva para tu bebé.
La Importancia de la Preparación Adecuada de la Leche de Fórmula
La correcta preparación de la leche de fórmula es fundamental para proteger la salud de tu bebé. En España, seguimos la normativa europea establecida por la Ley de Sucedaneos de Leche Maternizada, que regula tanto su comercialización como su preparación y uso. Esta normativa está alineada con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y es de obligado cumplimiento en todas las comunidades autónomas, como la Comunidad de Madrid, donde además se ha publicado una guía específica.
Es vital que todos los profesionales sanitarios conozcan cómo se debe preparar y manipular la leche de fórmula de manera segura, y que esta información sea transmitida a las familias. Esto es especialmente importante durante el invierno, una época en la que los niños pequeños son más propensos a resfriados y contagios en guarderías y escuelas infantiles. Si a este ambiente lleno de virus añadimos una leche de fórmula mal preparada, estamos exponiendo al bebé a riesgos innecesarios, como infecciones graves que podrían requerir hospitalización.
En verano el riesgo es la rápida proliferación de bacterias por el calor. Por lo que durante todo el año es muy importante preparar la leche correctamente.
¿Por Qué es Tan Importante Seguir las Normas de Preparación?
La leche de fórmula en polvo no es estéril y puede contener bacterias peligrosas como Cronobacter spp. y Salmonella. Estas bacterias pueden proliferar en la fórmula si no se prepara y almacena adecuadamente, y podrían poner en peligro la salud de tu bebé. Un bebé expuesto a una fórmula contaminada podría enfrentarse a infecciones graves, que en algunos casos podrían requerir hospitalización para tratamiento y rehidratación.
En este contexto, es crucial que las familias conozcan y sigan las pautas recomendadas para la preparación y el almacenamiento de la leche de fórmula. No solo se trata de seguir una normativa, sino de proteger la salud de tu bebé en un entorno donde los resfriados y las infecciones son frecuentes, especialmente en invierno.
Paso a Paso para Preparar Leche de Fórmula de Manera Segura
1. Lava tus manos y utensilios
Antes de comenzar, asegúrate de que tanto tus manos como los utensilios que vas a utilizar estén limpios. Lávate las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Esteriliza los biberones, tetinas, tapas y cualquier otro utensilio que vayas a usar, especialmente si tu bebé es recién nacido, prematuro, menor de 2 meses o tiene un sistema inmunológico debilitado.
Para esterilizar, puedes hervirlos en agua durante cinco minutos o utilizar un esterilizador de biberones. Después de esterilizar, mantén el biberón y sus componentes ensamblados para evitar que se contaminen nuevamente y guárdalos en un lugar limpio.
Más adelante bastará que los metas en el lavavajillas.
2. Reconstituir la leche. Técnica correcta:
El agua que utilices para preparar la fórmula debe estar lo suficientemente caliente para eliminar cualquier bacteria que pudiera estar presente en la fórmula en polvo. Se recomienda calentar agua potable limpia y esperar hasta que alcance una temperatura de al menos 70°C antes de mezclarla con el polvo. No dejes enfriar el agua, ya que la temperatura podría descender a menos de 70°C y no sería eficaz para eliminar las bacterias. Puedes usar un termómetro de cocina.
La proporción de agua y polvo debe ser exacta para que tu bebé reciba la cantidad adecuada de nutrientes. Utiliza siempre la medida incluida en el envase de la fórmula y no ajustes las cantidades por tu cuenta.
Usar más o menos agua de la recomendada puede ser peligroso. Demasiada agua diluye la fórmula, afectando la nutrición, mientras que poca agua hace que la mezcla sea muy concentrada, lo que puede dañar los riñones de tu bebé.
Después de medir el agua (a no menos de 70°C) y la fórmula en polvo, viértela en el biberón. Asegúrate de cerrar bien la tapa antes de agitar el biberón. Agita vigorosamente hasta que la fórmula se disuelva por completo, sin que queden grumos.
Enfríalo rápidamente refrigerándolo inmediatamente. La temperatura del frigorífico debe estar por debajo de 5°C, y el biberón puede conservarse reconstituida un máximo de 24 horas. Después de ese tiempo, debes desecharlo, aunque no lo hayas utilizado.
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3. Preparar el biberón con la cantidad de la toma. Cuando vayas a calentar el biberón, utiliza un calienta biberones o colócalo en un recipiente con agua caliente. No dejes el biberón en el calienta biberones por más de 15 minutos, ya que esto favorece el crecimiento de bacterias peligrosas, como Cronobacter spp. Desecha todo el producto que no se haya consumido en un plazo de 2 horas.
4. Prueba la temperatura
Antes de alimentar a tu bebé, prueba la temperatura de la fórmula. La mejor manera de hacerlo es verter unas gotas en la parte interna de tu muñeca. La leche debe sentirse tibia, no caliente. Nunca calientes la fórmula en el microondas, ya que el calentamiento desigual puede crear "puntos calientes" que podrían quemar la boca de tu bebé.
5. Alimenta a tu bebé
Con la fórmula a la temperatura adecuada, es hora de alimentar a tu bebé.
Mantén el biberón en un ángulo que permita que la tetina se llene de leche para evitar que tu bebé trague aire, lo que puede causarle cólicos, gases y malestar.
Mantén a tu bebé en una posición semi-vertical para facilitar la digestión y prevenir el reflujo al menos 30 minutos tras la toma.
Sigue las señales de tu bebé durante la alimentación. Algunos bebés toman más cantidad en una sola toma, mientras que otros prefieren tomas más pequeñas y frecuentes. No lo fuerces a terminar el biberón si muestra señales de saciedad.
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Consejos Adicionales para la Conservación y el Transporte de Biberones
Si necesitas preparar biberones con anticipación, es importante que sigas las medidas de higiene adecuadas para garantizar su seguridad:
Transporte seguro: Si necesitas llevar el biberón fuera de casa, asegúrate de que esté bien frío antes de salir. Utiliza una bolsa térmica con paquetes de hielo para mantener la leche a baja temperatura. Las tomas transportadas de esta manera deben consumirse en un máximo de 2 horas. Si el viaje dura más de 2 horas, lleva porciones de leche en polvo en recipientes estériles y prepara las tomas a medida que las necesites.
Nunca reutilices la fórmula: Deshazte de cualquier fórmula sobrante que tu bebé no consuma en 2 horas, ya que las bacterias pueden multiplicarse rápidamente en la leche a temperatura ambiente.
Si te vas de vacaciones necesitarás un hervidor de agua allá donde vayas, y preferiblemente un hotel con nevera, al menos. Cuando el agua esté hirviendo apaga el hervidor y espera 15 minutos para que la temperatura descienda de 100º a 70º. Verter agua demasiado caliente corrompe nutrientes.
Si vas al parque o a pasar el día fuera puede que necesites un calienta biberones portatil.
La Seguridad de tu Bebé es lo Primero
Con la llegada del invierno, los contagios en guarderías y escuelas infantiles aumentan debido a la mayor incidencia de resfriados, tos y otros virus. En este contexto, es más importante que nunca seguir las recomendaciones de preparación de la leche de fórmula para proteger a tu bebé. Un biberón mal preparado puede añadir un riesgo innecesario en un entorno donde los virus ya están circulando ampliamente.
Como madre, tu principal preocupación es proteger la salud de tu bebé, y la correcta preparación de la leche de fórmula es una forma crucial de hacerlo. Asegúrate de seguir las normativas establecidas, como las de la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Sanidad, y de consultarme si tienes dudas. Recuerda, cada biberón que preparas con amor y cuidado es un paso más hacia el bienestar de tu pequeño.
¡Ánimo, mamá! Con la información adecuada y un poco de práctica, estarás preparada para nutrir a tu bebé de manera segura y saludable. Con cariño, Piluca, Enfermera de Maternidad
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